Saludos, ciudadanos.
No lo pude imaginar jamás. Funciona, la ciudadanía propone, escucha, debate, opina, participa y..., actúa. La ciudadanía se comunica, se abre, se coordina y…, actúa. La ciudadanía se solidariza, se apoya, se enriquece y..., actúa. La ciudadanía se ve, asume su condición y su responsabilidad y..., actúa.
En ningún momento, en aquella concentración de la plaza del Sol el pasado día 20 de mayo, pensé que esto ocurriría. Pero si, ha ocurrido, un potente movimiento ha surgido de aquella convocatoria, un movimiento con la proyección y vocación de llegar a todas la ciudadanía del municipio, un movimiento con la energía y la capacidad de relacionar a asociaciones, colectivos y ciudadanos.
Esta energía, esta disponibilidad, estas ganas, esta diversidad posibilita que cada día seamos más, que cada día seamos mejores, que nos enriquezcamos con la aportación de todos.
Se ha vertebrado este dinamismo en diversas comisiones, comisión jurídica, de acción, de creatividad, de debate, de comunicación, de logística, de contacto con otras asambleas..., y fruto de esta actividad, ya se han llevado a cabo las primeras acciones de información ciudadana en distintos puntos del municipio, en la oficina del paro, en el mercado, a través de los medios de comunicación locales...
Las comisiones resultan ser altamente competentes, el volumen de materiales, de recursos, de contacto, de capacidad de comunicación es tremendo, siguen sumándose ciudadanos, aparecen representantes de distintas asociaciones y grupos que proponen colaboración reciproca, somos todos ciudadanos, sus intereses son los nuestros. Ahora somos más.
Se han iniciado los primeros contactos con “acampadavalencia”, su funcionamiento y el nuestro es casi idéntico, sus orígenes, sus bases y sus principios son los nuestros, sus anhelos, sus intenciones y sus objetivos son los nuestros. Ahora somos más.
Es impresionante, enriquecedor, apasionante y además, esto está pasando en nuestra ciudad. Y pasa porque así lo queremos, y pasa, a pesar de que tras las elecciones los demócratas locales ya han cubierto su cupo de democracia cuatrienal. Unos han conseguido la representación que buscaban, otros se han quedado en el camino, otros han llegado a rozar sus anhelos pero..., y otros...
La somnolencia de la descafeinada democracia ha empezado a verter su anestesia. Los ciudadanos que por unos días han creído ser los protagonistas del espectáculo democrático están volviendo a su atonía participativa. Vuelven a delegar su responsabilidad en unos pocos, en un reducidísimo número ciudadanos, en esos que, más pronto que tarde, catalogaremos de politicuchos, politicastros o políticos de...las narices.
La somnolencia de la descafeinada democracia ha empezado a verter su anestesia. Los ciudadanos que por unos días han creído ser los protagonistas del espectáculo democrático están volviendo a su atonía participativa. Vuelven a delegar su responsabilidad en unos pocos, en un reducidísimo número ciudadanos, en esos que, más pronto que tarde, catalogaremos de politicuchos, politicastros o políticos de...las narices.
Pero, como ya os he contado, muchos ciudadanos se han hartado del juego de meter y olvidar, la papeleta claro, y han decidido organizarse, han decidido fiscalizar a sus representantes, han decidido decidir, han decidido reivindicar su condición de ciudadanos.
Toma la plaza Morvedre, Morvedre tiene ciudadanos, tiene potencial, tiene inquietudes, Morvedre está vivo.
Ya sabéis lo que pensamos desde aquí. Únete, seremos más y seremos mejores
A mi me encontraréis en las plazas.
Salud y república, compañeros.
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