Hoy a las 11:00 ha llegado el Metro Morvedre a la plaza Cronista Chabret de Sagunto, Llegaba en su primer viaje cargado de ciudadanos dispuestos a disfrutar de la fiesta de la democracia. Hoy era el día de la investidura de los nuevos ediles, el día en que los representantes de los ciudadanos asumían el cargo, motivo más que suficiente para la celebración.
El ambiente festivo se ha instalado en la puerta del consistorio, la charanga, las voces y los más variopintos instrumentos se han puesto al servicio de la celebración democrática.
En torno a cuatrocientos ciudadanos, entre los que han llegado en el Metro Morvedre y los que se han ido sumando atraídos por el jolgorio, se han congregado para recordar, con persistencia, al nuevo consistorio, las claves de su tarea.
Durante el tiempo que ha durado el pleno, los asistentes no han parado de amenizar el acontecimiento. Se ha leído un manifiesto, se ha escuchado a los damnificados por los desahucios del polígono Sup 2, miembros del colectivo de “afectados por las hipotecas imposibles de pagar” han mostrado su apoyo al evento y han requerido la colaboración de los ciudadanos. Miembros de las distintas comisiones de Toma la Plaza Morvedre han explicado la situación en las que se encuentran sus actividades. Las consignas y los cánticos de carácter social no han desaparecido en ningún momento. Los que allí nos encontrábamos hemos podido disfrutar de una autentica fiesta a la democracia.
Es muy probable que está jornada haya resultado inolvidable para más de uno.
Los ciudadanos, en el momento de la salida del alcalde, han decidido acompañarlo hasta su vehículo, con la sana intención de hacerle entrega de las firmas recogidas. En ese instante y ante la negativa a recoger los documentos que se le querían entregar un grupo de ciudadanos ha decidido sentarse pacíficamente alrededor de su vehículo con el fin de concretar la entrega de las firmas. Es posible que Alfredo Castelló se haya puesto nervioso y no ha acertado a comprender los motivos de la sentada, por lo que ha salido del vehículo y se ha dirigido a un coche de la policía local para marcharse. Como aun no se había dignado a recoger los documentos que sus representados querían entregarle, la situación se ha vuelto a repetir, por lo que la tensión ha hecho aparición durante unos instantes.
Viendo que no iba a poder marcharse, ya que no atendía a los requerimientos de los ciudadanos ya fuera por su propia voluntad o fruto de la tensión generada, el alcalde ha salido del vehículo policial y se ha vuelto a dirigir al ayuntamiento.
Los ciudadanos han asumido, una vez más, que su representante no iba a atenderles, por lo que han decidido retirarse pacíficamente.
Es más que probable que Alfredo Castelló haya sentido la tensión y la angustia que los ciudadanos sienten al verse acorralados por el paro, las deudas, los desahucios y la indignación de saber que muchos de nuestros políticos perciben varios sueldos merced a los distintos cargos que acumulan.
Si ha sido así y sirve para que se replantee las prioridades de su mandato demostrará altura de miras y capacidad de enmienda.
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