sábado, 1 de octubre de 2011

ENTRE LA MISERIA PARA MUCHOS Y LOS EXCESOS DE UNOS POCOS.


¿Se puede tolerar que haya personas que tengan que buscar el sustento entre los restos de otros?

¿Es ético y moral que algunas cadenas de alimentación tengan sus contenedores de basura bajo llave para que los más desfavorecidos no puedan llevarse lo que ellos desechan?



¿Es acaso ético que se tiren como basura alimentos próximos a la caducidad sin darlos a quienes los necesitan?

¿Resulta asumible que quienes nada tienen que ver con las causas de esta crisis tengan que ser los más perjudicados por la misma?


¿Es admisible que quienes la provocaron tanto por acción como por omisión, banqueros y políticos, no vean recortado lo más mínimo su nivel de vida?




¿Podemos tolerar que gentuza inepta y sin escrúpulos, tanto que han sido capaces de arruinar las instituciones que presidían, puedan recibir indemnizaciones millonarias y jubilaciones de fantasía?



Ante la galopante inmoralidad que nos rodea y de la que en parte somos responsables, ¿que debemos hacer?

¿Seguir apostando por aquellos que proponen continuar alimentando el sistema que genera todas estas situaciones mientras esperamos no llegar a ser nosotros los que nos quedemos sin ningún tipo de recurso?

¿Exigir medidas radicales que reconduzcan estas situaciones dentro del mismo sistema depredador de recursos naturales y humanos?

¿O nos atrevemos a inventar una sociedad diferente donde no se permitan estas enormes desigualdades y se garanticen los derechos constitucionales que jamás nadie nos ha proporcionado?

Aun estamos a tiempo de decidir como queremos que sea nuestra sociedad, aun puedes elegir entre dar prioridad al dinero, los bancos y las mercancías o los derechos, las personas y el medioambiente.

El silencio nos hace cómplices de sus  crímenes, el próximo 15-O 
¡Haz oír tu voz!

Después del 20-N nada será igual.

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