Había una vez una ciudad que eran... dos ciudades? ¿tres?¿cuatro?¿cinco?... Ni sus propios habitantes eran conscientes de cuantas eran. Esto implicaba innumerables facetas, peculiaridades y ¿como no?, conflictos. Pero los más destacable es que tantos contrastes, tantas diferencias, tantos matices, podían llegar a generar un atractivo y una riqueza extraordinarios de los que todos nosotros, el Ciudadano, somos, o deberíamos ser, beneficiarios y responsables. Participa. info@en-control.org
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