Saludos, ciudadanos.
Tu eres el culpable, si, tu eres el responsable, ¿acaso lo dudas?, no te hagas el loco, solo a ti debes achacar tu situación.
Tu falta de preparación e interés, te dejaste seducir por el dinero fácil, deslumbrado por un poder adquisitivo que jamás imaginaste, tan joven y ganando tres mil eurazos al mes, el utilitario de tu padre era poco para ti, para alguien de clase media lo mínimo era un potente pseudodeportivo alemán. Los fines de semana sin fin, que para eso trabajabas como un animal el resto de los días y joven... solo se es una vez.
Que no, que tu no eres de esos, que tu eres ingeniero informático y que de la bicicleta para ir al campus no has pasado, que los fines de semana..., algún cine y una cervecita con los compañeros, vaya.
Pues que sepas que, a pesar de todo, la culpa es tuya, si, solo tuya, tu falta de coraje, tu falta de decisión, tu comodidad, el no querer abandonar el techo paterno.... Vete de aquí a buscarte la vida a otra ciudad. Ten lo que hay que tener y sigue preparándote, ¿para que están los postgrados? Solo tu eres responsable de esta situación.
Así de sencillo, así de fácil, el sistema nos responsabiliza cuando lo único que ha hecho ha sido pretender utilizarnos. Creer que el mercado tiene la capacidad de regularse, de evolucionar y de garantizar su pervivencia es el gran error, sobre todo cuando se ha abundado redundantemente en el absurdo, en el desequilibrio, como ha sido el caso de nuestra economía.